Al hígado se le considera el laboratorio principal del organismo ya que cumple con varias funciones esenciales para el buen funcionamiento del mismo: 
* Filtra la sangre removiendo sustancias tóxicas y neutraliza las materias residuales.
* Almacena nutrimentos como las vitaminas A, D y los minerales zinc, hierro y cobre, y luego los devuelve a la circulación cuando el organismo los necesita.
* Elabora compuestos orgánicos como la bilis, necesaria para la digestión, así como diversas enzimas que actúan como catalizadores orgánicos.
* Interviene en la coagulación sanguínea y en sentido inverso ayuda a evitar el espesamiento de la sangre arterial produciendo dos anticoagulantes: la heparina y la antitromabina.
* Regula el equilibrio sal-agua en el cuerpo y transforma en urea los sobrantes de nitrógeno en el organismo y la envía a los riñones para su eliminación.
* Transforma el glucógeno que ha almacenado, en glucosa y la envía a la circulación sanguínea para que pueda ser utilizada, lo cual es útil cuando se hace ejercicio o cualquier trabajo, ya que se requiere de mayor energía.
* A su vez, cuando los músculos expulsan el ácido láctico, el hígado lo recupera y lo convierte en glucógeno.
* Equilibra las hormonas sexuales para impedir que el estímulo sexual aumente o disminuya.
* Destruye el exceso de la hormona tiroxina que produciría un descontrol en el proceso de crecimiento.
* Una de las funciones más importantes de este órgano es la depuración de toxinas de la sangre tales como: alcohol, nicotina, drogas, cafeína, fármacos y venenos en general, antes de que lleguen a los demás órganos.
* Además sirve de guardián del corazón, pues retiene cualquier exceso de sangre que pueda afectar la actividad cardiaca de bombeo. Como el hígado es sumamente elástico, puede dilatarse lo suficiente para contener en un momento dado hasta un litro de sangre. (1)